Pinchazos en la ingle durante el embarazo: ¿Por qué ocurren y cómo aliviarlos?

Durante el embarazo, muchas mamás primerizas experimentan una variedad de síntomas, algunos esperados, otros que pueden generar preocupación. Entre estos, los pinchazos o calambres en la ingle son bastante comunes. Aunque pueden ser dolorosos y asustar a más de una, estos dolores punzantes suelen ser señales de que el cuerpo está experimentando cambios normales y necesarios para el desarrollo del embarazo.

¿Qué son esos pinchazos en la ingle y por qué ocurren?

Estos dolores punzantes, también conocidos como «pinchazos en la ingle», son una reacción del cuerpo a los cambios estructurales y hormonales que se producen a medida que el embarazo avanza. Aunque pueden parecer alarmantes, en la mayoría de los casos, no son un signo de alarma, sino simplemente una forma en que el cuerpo nos avisa que está adaptándose a la nueva carga que supone el embarazo.

Vamos a analizar las tres principales causas de estos pinchazos:

1. La rotación externa de las caderas

Conforme la barriga crece, las caderas comienzan a rotar externamente para dejar espacio al útero y acomodar el peso adicional. Este cambio en la posición de las caderas puede generar una mayor tensión en los músculos y ligamentos que rodean la pelvis, causando esos dolores punzantes en la ingle. Es una reacción similar a la que se tiene cuando usamos aparatos ortodóncicos para alinear los dientes. Al mover algo en el cuerpo de manera constante, como en este caso las caderas, es normal que haya pequeñas molestias o «pinchazos» durante el proceso de ajuste.

2. El peso del útero y el bebé

A medida que el embarazo avanza, el útero crece considerablemente para alojar al bebé en desarrollo. Este aumento de peso, junto con el crecimiento del líquido amniótico y la placenta, ejerce una presión adicional en la pelvis y los músculos del suelo pélvico. Esa presión, combinada con el cambio en la postura y la movilidad, puede provocar pinchazos intermitentes en la zona de la ingle, ya que los ligamentos que sostienen el útero (ligamentos redondos) se estiran y adaptan al peso creciente.

3. La desprogramación de la faja abdominal

La faja abdominal, compuesta por músculos que actúan como un «corsé» natural, también sufre cambios durante el embarazo. La expansión del útero y el aumento de peso provocan una desprogramación de estos músculos, haciendo que pierdan parte de su funcionalidad habitual. Como resultado, el abdomen se vuelve menos capaz de sostener el peso extra, lo que provoca una mayor carga sobre la pelvis y las caderas, generando esas molestias en forma de pinchazos. Si bien es normal, fortalecer y reprogramar la faja abdominal durante el embarazo puede ayudar a reducir la intensidad de estos dolores.

¿Cómo puedes aliviar los pinchazos en la ingle?

Frente a estos cambios y dolores, la reacción más común podría ser quedarse quieta y evitar el movimiento por miedo a empeorar la situación. Sin embargo, esta no es la mejor estrategia. El cuerpo nos está pidiendo ayuda para adaptarse más rápido, y el movimiento controlado es la clave.

Es como cuando ajustamos nuestros dientes con aparatos dentales: aunque duelan un poco al principio, con el tiempo y el cuidado adecuado, el cuerpo se ajusta y las molestias disminuyen. Lo mismo sucede con estos pinchazos en la ingle: al realizar ciertos movimientos y ejercicios, podemos ayudar al cuerpo a adaptarse mejor, reduciendo la intensidad de los pinchazos y acortando el tiempo que duran.

A continuación, te dejamos tres ejercicios que puedes realizar para aliviar los pinchazos en la ingle y ayudar a tu cuerpo a adaptarse mejor a los cambios del embarazo:

1- Desde posición de cuadrupedia, con las rodillas separadas más del ancho de las caderas, los pies en linea, saco «culete» y bajo a sentarme hacia los pies. Si notas que bajas con facilidad separa más las rodillas (importante, los pies en linea con las rodillas). Tienes que notar tensión en las ingles, señal de que vamos rompiendo restricciones y ayudamos a nuestro cuerpo a adaptarse a esos cambios para disminuir la intensidad de los pinchazos.

2- Desde posición de cuadrupedia, estiramos una pierna lateral, el pie de la pierna flexionada lo tenemos en linea con la rodilla (NO metido hacia adentro), y hacemos el mismo movimiento que la anterior, sacamos culete y bajamos al punto máximo que podemos.

3- En posición de zancada, empujando desde la cadera, vamos hacia adelante, notando como estira la zona de la ingle de la pierna de atrás y una vez en esa posición máxima, abrimos y relajamos la rodilla delantera.

Te dejamos un pequeño enlace con un pequeño video explicativo de cada uno de los ejercicios para que te asegures su ejecución correcta: ver video explicativo

Conclusión

Los pinchazos en la ingle durante el embarazo son una respuesta natural del cuerpo a los cambios que experimenta para adaptarse al crecimiento del bebé. Aunque pueden ser molestos, entender por qué ocurren y cómo manejarlos a través del movimiento adecuado puede marcar una gran diferencia en tu bienestar durante el embarazo.

Recuerda, cada embarazo es único, y siempre es recomendable consultar con un profesional si tienes dudas o preocupaciones sobre tus síntomas. En Marca tu Sonrisa, estamos aquí para acompañarte en cada paso de este proceso, ayudándote a preparar tu cuerpo para el parto y reducir al mínimo las molestias comunes del embarazo. Si tienes dudas sobre estos pinchazos o cualquier otro síntoma, déjanos un comentario, ¡estaremos encantados de ayudarte!