El embarazo es un período de transformación en la vida de una mujer. Durante esta etapa, el cuerpo experimenta cambios significativos, y el bienestar físico y mental se convierte en una prioridad. Tanto el yoga como el pilates son opciones populares para mantenerse activa y saludable durante el embarazo, pero tienen diferencias fundamentales en enfoque y técnica. En este artículo, exploraremos las diferencias y los beneficios del yoga y el pilates para embarazadas.
Yoga para Embarazadas
Diferencias:
- Filosofía: El yoga es una disciplina milenaria que combina la meditación, la respiración consciente y la práctica de posturas físicas. Su enfoque principal es el equilibrio del cuerpo, la mente y el espíritu. Durante el embarazo, el yoga se adapta para enfocarse en el bienestar de la madre y el bebé.
- Flexibilidad y fuerza: El yoga se centra en mejorar la flexibilidad y la fuerza a través de la realización de asanas (posturas) que se mantienen durante un período de tiempo. Esto puede ayudar a las embarazadas a aliviar la tensión muscular y a mantener una buena postura.
- Respiración: El yoga presta una atención especial a la respiración. Las técnicas de respiración, como la respiración abdominal, pueden ayudar a reducir la ansiedad, mejorar el flujo de oxígeno y calmar la mente.
Beneficios:
- Relajación: El yoga fomenta la relajación y el equilibrio emocional, lo que puede ser especialmente beneficioso durante el embarazo, ya que reduce el estrés y la ansiedad.
- Alivio del dolor: Las posturas de yoga pueden aliviar el dolor de espalda, la hinchazón y otros malestares comunes del embarazo.
- Conciencia corporal: El yoga promueve la conciencia corporal y la conexión entre la madre y el bebé, lo que puede ser reconfortante y empoderador.
Pilates para Embarazadas
Diferencias:
- Enfoque en el núcleo: El pilates se centra en fortalecer los músculos del núcleo, incluyendo los músculos abdominales y del suelo pélvico. Las sesiones de pilates pueden incluir ejercicios con máquinas, como el reformer (también suelen ser las de mayor inversión) o pilates en suelo sin apenas material (bandas elásticas, aros, etc).
- Control y precisión: El pilates se enfoca en la precisión del movimiento y el control del cuerpo. Esto puede ayudar a mantener una buena postura y prevenir problemas posturales durante el embarazo.
- Ejercicios de bajo impacto: Los ejercicios de pilates son de bajo impacto, lo que significa que son suaves para las articulaciones
Beneficios:
- Fortaleza central: El pilates fortalece los músculos del núcleo, lo que puede ayudar a aliviar el dolor de espalda y mejorar la estabilidad.
- Mejora la postura: El enfoque en la alineación y la postura en el pilates puede ayudar a prevenir problemas posturales y la lordosis lumbar, comunes durante el embarazo.
- Control de peso: El pilates puede contribuir al control del peso y la tonificación muscular, lo que es beneficioso para la salud general durante el embarazo.
Conclusión
En resumen, tanto el yoga como el pilates son opciones beneficiosas para las mujeres embarazadas, y la elección entre uno y otro dependerá de las preferencias personales y las necesidades individuales. Algunas mujeres optan por combinar ambas prácticas para obtener los beneficios de ambas disciplinas. Es importante destacar que dichas actividades, sea cual sea por la que te decidas, sea ADAPATADA AL EMBARAZO, por ejemplo:
- el pilates suele tirar mucho de flexión de tronco y llevar al recto a demasiada tensión y ahí si no se tiene consciencia el transverso no es capaz de activarse y saltará la distaseis abdominal y la estaríamos dañando.
- El yoga por ejemplo el principal problema son los cambios de posiciones de una a otra donde se puede llevar al recto a demasiada tensión y ahí saltará la distaseis, o todo tipo de posiciones en plancha, también mucho cuidado porque llevará a la faja abdominal a demasiada tensión, que no es capaz de soportar y acabará dañándola.
Tampoco vale una clase de pilates de yoga o pilates normal y que te la adapten para ti, la dinámica no será fluida y el beneficio que se quiere obtener del entrenamiento no estará, porque no se centrará en trabajar los puntos principales a los cambios corporales que se tienen para evitar dolores o para proteger la zona interna (distases o suelo pélvico).
Teniendo esto en cuenta, y sabiendo tus necesidades personales y gustos, ahí queda en tu elección cual prefieres y con cual te sentirás mejor, con que objetivo usarás cada una de ellas, ya que no hay una mejor que otra, cada una aporta beneficios y pueden irte bien las dos.
De todas formas, si tienes alguna duda siempre puedes preguntarnos y estaremos encantados de ayudarte y aconsejarte en comentarios