01.
A medida que el bebé crece, el centro de gravedad del cuerpo se desplaza hacia adelante, lo que lleva a un aumento en la curvatura lumbar (hiperlordosis). Este cambio postural ejerce una mayor presión en la zona lumbar.
02.
La hormona relaxina, esencial para preparar el cuerpo para el parto, provoca que los ligamentos y articulaciones se vuelvan más flexibles. Esto puede disminuir la estabilidad pélvica y causar tensiones musculares en la espalda.
03.
El aumento del volumen abdominal y el peso adicional pueden llevar a una postura encorvada en la espalda alta, generando molestias en la zona cervical y entre los omóplatos.
04.
Los músculos del core, incluidos los abdominales, pierden parte de su funcionalidad debido al estiramiento progresivo, dejando a la columna menos protegida.
Trabajar estos músculos ayuda a estabilizar la columna, reducir la presión en la zona lumbar y proteger la faja abdominal.
Ejercicios de movilidad mejoran la alineación postural y disminuyen las tensiones en la espalda baja
Incorporar ejercicios para los músculos de la espalda alta evita que la postura encorvada se agrave y alivia la tensión cervical.
Estas prácticas disminuyen la rigidez muscular y promueven un equilibrio corporal.
Gato-vaca en cuadrupedia
Estiramiento del dorsal en fitball.
Movilidad lumbar sentada.