Seguramente alguna vez haya rondado por tu mente la siguiente pregunta: ¿cual es la mejor hora del día para entrenar? Realmente, ¿podría influir en la calidad de mi entrenamiento? Hay varios estudios científicos que avalan que entrenar a primera hora de la mañana tiene unos beneficios y otros estudios que entrenar a ultima hora de la tarde tiene otros beneficios.
Sinceramente, y siendo honestos no hay una razón de claridad para hacerlo a una hora u otra. Por lo tanto, la mejor hora es la que más se adapte a ti, a tu nivel de vida y a tu cuerpo, cuando tu creas que eres capaz de hacer un mejor entrenamiento, de darle el estimulo necesario al cuerpo para rendir al máximo.
Son muchos los factores que pueden influir en tu predisposición para la práctica deportiva, algunos de los cuales dependen de ti (tus ganas, tus niveles de energía, tu condición física) y otros que no dependen de ti, son factores externos (si llueve, hace frío, mensajes externos para que no entrenes, etc). Si te dejas guiar por los segundos la mayoría de las veces no estarás siendo honesto contigo mismo, y, o te autosaboterás (mejor entreno en otro momento tengo mucho trabajo, o hace muy mal día, mejor mañana) o te guiarás por otras personas (harás sesiones de entrenamiento con las que tu no te sientes del todo a gusto o en el momento en el que menos rendimiento das).
Nosotros no entendemos el deporte con el objetivo principal de aumentar tu rendimiento físico, para nosotros eso queda en un segundo plano. Lo entendemos como el mejor medio para potenciar tu estado emocional, aumentar tu sensación de bienestar y por consiguiente tu calidad de vida. Siendo sinceros, hay muchos tipos de deportes y actividades y cada uno nos aporta unos beneficios u otros, la clave es ser consciente de ellos y poder elaborar en tu vida un hábito saludable que te ayude a ver todo con más positivismo y más alegría 🙂
Si quieres estar a gusto contigo, si quieres conectar con tu “yo interior”, que tu mente y tu cuerpo salgan de tu “zona de confort” tienes que guiarte por los primeros, por los factores que dependen de TI. “La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo”- Galileo Galilei. Y así es, tienes que saber cual es la actividad que más te gusta y te sientes mejor, la que harías aunque todos los factores externos golpeen en tu contra.
Como te comenté arriba, hay varias actividades que te hacen y ayudan a conectar contigo y sacar tu mejor versión. Aquí te voy a comentar algunas de ellas de las que seguro que algunas te apetecen probar y empezar a activarte:
- Ejercicios que ayudan a colocarnos en un estado neutro y conectar con nuestro “interior” para ser conscientes de nuestra situación: jugar con respiraciones conscientes, visualizar, meditar, agradecer…
- Ejercicios que ayudan a aliviar tensiones y descompensaciones musculares: trabajo de control postural (para llevar al cuerpo a su “postura ideal”), ayudarle a que se relaje del estrés acumulado y eliminar ciertas contracturas y descompensaciones musculares
- Ejercicios de fuerza y hiit: te ayudarán a aumentar tu segregación de adrenalina y dopamina y aumentará de manera directa tu autoconfianza y motivación
Por lo tanto lo primero que tienes que hacer es encontrar esa actividad que te reconforta y te haga sentir muy bien, que la hagas y de manera inconsciente aumente tu estado emocional. ¿Por qué? Porque es solo así cuando conseguirás instaurar un hábito saludable en tu vida que te haga sumar, y todo el trabajo que viene por detrás (la liberación de hormonas como la dopamina y adrenalina, y de endorfinas conseguirán aumentar nuestras emociones positivas y sensaciones de bienestar). Porque piensa, ¿si entrenas por obligación y no estas a gusto con ello, serás capaz de esforzarte? ¿cómo te sentirías al terminar? Por eso, se honesto contigo mismo, no te dejes influenciar y haz la actividad que a ti mas te reconforte 🙂 Este es un proceso de descubrimiento y de analizarte, para después potenciarte 🙂
Segundo, es encontrar el momento del día en el que puedas hacer cada actividad y potenciar así, tu estado emocional. Te pongo un ejemplo, hay a personas que les gusta levantarse 30 minutos antes para conectar con su interior y colocarse en un estado óptimo para superar el día de la mejor manera posible. Sin embargo hay otras, que este tipo de actividad prefiere hacerlo por la noche, con el motivo de relajarse, de conectarse y agradecerse por ser capaz de superar otro día, volver a un estado de calma para descansar lo mejor posible para el siguiente día.
Y, ¿por qué no hacer las dos veces, por la mañana y por la noche? Todo depende de ti, a lo mejor no te funciona o a lo mejor si. Por eso, déjame contarte como lo hacemos nosotros para que te sirva de ejemplo y puedas empezar a crearte tu PROPIA rutina 🙂
Cristian: Yo me levanto todos los días entre 6:00 y 6:30, y cuando digo todos es todos, hasta sábados, domingos y festivos. Cada día hago mi rutina de respiraciones (juego con ellas y con pequeñas apneas), hago mi trabajo de movilidad (despierto a mi cuerpo y lo preparo para que rinda al máximo) y me doy una ducha de agua fría de 2 minutos (aquí hago una pequeña meditación, donde hago los agradecimientos por ser quien soy, tener lo que tengo y hacer lo que estoy haciendo) y siempre termino mirándome al espejo y MARCO MI MEJOR SONRISA (condiciono a mi mente para que sepa que esto es lo que quiero el resto del día)
Al mediodía para conectar conmigo, para no dejarme sabotear por pensamientos negativos, dejarme influir por factores externos y perder el foco de lo que quiero, me dedico 30-45 minutos de lectura (libros de crecimiento personal, de bibliografías, todo lo que tenga que ver con emociones) y me da un impulso para continuar 🙂
Por la tarde-noche hago mi entrenamiento de fuerza o hiit, donde lo que busco es unir cuerpo y mente, aumentar mi confianza y potenciar el mensaje para saber que si lo quiero, lo puedo conseguir. Solo tengo que poner la actitud correcta y pasar a la acción.
Cata: Yo me levanto todas las mañanas sobre las 7:00 horas y cojo a los perros y me voy al monte a pasear con ellos. Al principio voy viéndolos y escuchando la naturaleza, disfrutando viéndoles correr y juguetear. Después pongo música (mantras de eliminación de bloqueos) y empiezo a meditar mientras sigo caminando. Este paseo puede durar en torno a una hora u hora y media. De vuelta a la furgoneta para volver a casa, empiezo a analizar mi día, todo lo que tengo que hacer y cuales son mis prioridades, para después ser lo más eficiente posible.
Al mediodía ponemos musica relajante en casa y nos dedicamosmomentos a nosotros, cosas que nos produzcan relajación total para volver a conectar con nosotros. Yo suelo coger el teléfono y empiezo las redes sociales, paginas, diferentes cosas que me puedan inspirar para el trabajo.
Mi hora de entrenar puede ser a media tarde, como a la tarde-noche o como a veces por la mañana. No tengo una hora estipulada. Lo único que tengo estipulado es un entrenamiento para llegar en plenas condiciones a mis entrenamientos de canicross. Son entrenamientos muy intensos, por eso necesito hacerlos cuando mi mente y mi cuerpo estén preparados para dar su mejor versión y conseguir sacar el mayor rendimiento de cada entrenamiento.
Ahora es tu PROPIO momento, que te dediques tiempo a analizarte, encontrar actividades que te hagan conectar contigo, otras que te activen o coloquen en un estado de calma y por ultimo esas actividades que te potencien, aumenten tu motivación y tu autoconfianza.
Para este proceso es bueno que cojas boli y papel y vayas probando diferentes actividades en diferentes momentos y anota las sensaciones, emociones y como te responde tu cuerpo y tu mente. Después de probar varias, pregúntate ¿Cual me produce más satisfacciones para este “objetivo”? Y así puedes ir creando tu “Rutina Ideal”, que no va a ser fija, cada cierto tiempo tu cuerpo necesitará estímulos diferentes (esto es debido a las emociones que estas sintiendo y por el ritmo actual de vida que estas llevando).
Ahora pon la actitud, y pasa a la acción. Activate y empieza a buscar tu Mejor Versión. Marca Tu Sonrisa 🙂